miércoles, junio 27, 2012

¿90 días de campaña tuvieron efectos...?


Evaluación de Campaña
Mtro. Paul Valdés Cervantes

A la luz de las encuestas de la última semana que reafirman como ganador a Peña Nieto,  el esfuerzo de López Obrador y Vázquez Mota en esta peculiar campaña presidencial de 90 días puede calificarse como insuficiente para persuadir a los electores. En consecuencia la virtud de Peña Nieto es haber mantenido y estabilizado la punta de la contienda. El próximo domingo confirmaremos si las campañas han tenido efectos limitados en la ruta del voto, o si estos se han centrado en la disputa por el segundo lugar.

De acuerdo a la serie de encuestas telefónicas 2007-2012 (www.parametro.com.mx), registramos la evolución de algunos tópicos en las mediciones de febrero, abril y junio, que nos permiten comprender el desarrollo de la campaña en los últimos meses.  

Para la población con teléfono en el país, más del 90% conocen o han escuchado hablar de los tres principales candidatos; sin embargo solo el 34.6% manifiesta conocer a Quadri.

En el indicador de imagen positiva, Peña Nieto registró 65.6 de opiniones positivas en febrero, 72 puntos en abril; tras el viernes negro en la ibero, y la corriente del #yosoy132 bajó a 62.3 puntos en junio. Cabe destacar que si bien presenta una tendencia a la baja, le alcanza para registrar al final de la campaña la mayor percepción de percepciones positivas entre los candidatos presidenciales.

Por su lado, Vázquez Mota, tras el envión de la interna panista alcanzaba el mayor nivel de positivos entre los candidatos en febrero con 75.2 puntos, para bajar a 58.7 puntos de opiniones positivas en la encuesta telefónica de abril, y recuperarse ligeramente en la medición de fines de junio con 60.5 puntos.

En tanto que López Obrador, registro un incremento ascendente en las tres mediciones, pero insuficiente para competir en imagen positiva con sus adversarios, alcanzando 45.1 puntos positivos en febrero, 50.3 puntos en abril, y 55.3 puntos en junio. Esta claro que el déficit en imagen se convirtió en una variable que le resto competitividad al candidato de las izquierdas.

Asimismo, en la medición de junio realizamos una  evaluación de atributos personales de los candidatos. ¿Quién es percibido como el más cumplidor, el que tiene más experiencia, el más trabajador, honrado, a quién le cree más, y quién conoce mejor la problemática del país?.  

Peña Nieto es percibido como el más trabajador (31.1%), el más cumplidor (27.8%), y el de mayor experiencia (34%). 

Vázquez Mota es percibida como la más honrada (24.9%), y a quien le creen más (28%). Finalmente, López Obrador es percibido como el candidato que conoce mejor la problemática del país (26.5%).

Las tendencias electorales tienen relación con la evaluación del desempeño del partido gobernante (PAN). Para 7 de cada 10, el partido que gobierna debe cambiar (68%). No es de extrañarse que el mensaje del candidato puntero sea el de un llamado al cambio con rumbo o cambio responsable.

miércoles, junio 20, 2012

A 10 días de la jornada electoral


Final de campaña
Mtro. Paul Valdés Cervantes

Los resultados de las encuestas en los últimos tres meses nos dicen que los efectos de las campañas en las preferencias electorales han sido limitados, centrados principalmente en la disputa por el segundo lugar. Las últimas encuestas refrendan la ventaja del puntero por más de 15 puntos. La medición de Reforma que en mayo reducía la diferencia entre el primero y segundo lugar a 4 puntos, amplió la ventaja a 12 puntos un mes después.

A la luz de estos datos, es posible que los efectos de las campañas sean mínimos en la ruta del voto. Esto en buena medida producto de las reglas del juego caracterizada por la espotizacion; y al comportamiento de los actores. Planes y  estrategia cuentan, porque pueden generar valor para una campaña. De igual forma, las equivocaciones son percibidas y magnificadas por la opinión pública. La andanada de errores de Josefina en el inició de campaña, el viernes negro de Peña Nieto en la Ibero, la invocación del fraude de López Obrador, o la participación de Quadri en el primer debate son parte de los sucesos que definieron el rumbo de la campaña.

Quien puede negar que la campaña fue otra tras la aparición del movimiento #yosoy132 que si se autodefinió como apartidista pero se declaro anti PRI. Desde las redes sociales se movilizaron políticamente, demandaron apertura de los medios, organizaron marchas y debates presidenciales.

Se sabía que si el puntero no cometía errores garrafales, era poco probable que las tendencias cambiarán drásticamente. A una semana de que finalice el periodo legal de campaña, se antoja difícil que surja un acontecimiento o bomba política que sea capaz de romper la tendencia registrada.

Las elecciones se gana con antelación, y en campaña. El triunfo se va construyendo a partir de sólidas variables como la identificación partidista, la evaluación del partido en el gobierno y de los partidos en oposición respecto de los principales temas que dominan la agenda pública de una sociedad.

De acuerdo a la serie de encuestas telefónicas nacionales 2007-2012 (parámetro.com.mx), a finales de 2008 (año de la crisis económica mundial), el PRI fue percibido como el mejor posicionado en variables como la identificación partidista. Durante 2011 y 2012, 6 de cada 10 mexicanos con teléfono en su hogar manifestaron consistentemente que un eventual triunfo del PRI en 2012 traería mejoras en los temas que más le preocupan a los ciudadanos.

En la más reciente encuesta telefónica de la serie realizada el pasado 16 y 17 de junio, se registro el nivel histórico más alto de quienes creen que un eventual triunfo del PRI en 2012 significa una regresión en corrupción y autoritarismo (43.6%). A 10 días de la elección puede registrarse una sorpresa, pero se antoja difícil. El ambiente de opinión favorable hacia el candidato de la coalición Compromiso por México del PRI-PV, se formó años atrás a partir de robustas variables. Todo ello en el contexto de evaluaciones negativas para el PAN como partido gobernante y el desgaste del PRD tras el conflicto poselectoral del 2006.  

Solo una cosa es segura, al ganador de la contienda, le espera una alta expectativa de cambio y de mejoras en los temas que más le preocupan a la sociedad mexicana: inseguridad pública, estado

viernes, junio 15, 2012

Perfil de audiencia del debate ¿Quién ganó?


Resultados del 2º debate
Paul Valdés Cervantes

Los debates son vistos como el climax en una campaña electoral. A tres semanas de la elección, el 2º debate despertó una gran expectación entre medios, votantes y simpatizantes de las campañas.

Llegamos a una etapa de campaña en la que las preferencias parecen estar consolidadas para la mayoría de los votantes, sin embargo  aún hay una parte estratégica del electorado que no se ha definido.

La teoría de la disonancia cognitiva de Festinger nos dice que frecuentemente seleccionamos información que reafirma nuestro sistema de creencias al tiempo que excluimos aquella que pone en conflicto nuestros valores y actitudes. Es común observar como en redes y circulos sociales esta presente la idea de que ganó tal o cual candidato. De esta manera es probable que un panista haya visto ganar a Josefina, un priísta a Peña Nieto, y los perredistas a López Obrador.

En el debate con mayor audiencia en la historia de México realizamos un sondeo telefónico nacional una vez concluido a personas mayores de 18 años que vieron el evento (www.parametro.com.mx). Los datos exploratorios, nos permiten presentar una tendencia de quienes vieron el debate. El perfil es de alta escolaridad respecto del promedio, 6 de cada 10 (57%) manifiestan contar con educación superior, 2 de cada 10 (18.3%) con preparatoria; lo que apunta a que las personas con mayores recursos (educación) tienden a interesarse más en política.

Para el 32.1%, Vázquez Mota fue la que llegó mejor preparada, seguida por Peña Nieto con 27.7%, López Obrador 24.6%, y Quadri 15.6%. Por otro lado, AMLO fue percibido como el que llegó peor preparado (37.9%).

Como el debate es un flujo continúo de mensajes dirigidos a una audiencia, es importante identificar quien tuvo las respuestas más certeras. Josefina fue calificada como la más certera con el 27.9%, seguida cercanamente por Peña Nieto con 27.5%, y López Obrador con 24.9%.

El debate llegó como una oportunidad de relanzamiento de la campaña panista, de ahí la estrategia incisiva y de contraste en el evento. 7 de cada 10 (72.1%) percibieron a Vázquez Mota como la que realizó más ataques y menos propuestas.

Decíamos, que frecuentemente caemos en la disonancia cognitiva.  La respuesta a la pregunta sobre quién ganó no puede estar más polarizada. Vázquez Mota es percibida como la ganadora con el 29.1%, seguida por Peña Nieto con 28.5%, López Obrador por 27.1%, y Quadri por 15.3% (ganador del evento del 6 de mayo en una encuesta similar).

Los resultados del debate parecen consolidar las preferencias de semanas atrás, con saldo positivo hacia Vázquez Mota, y sin efectos significativos para Peña Nieto y AMLO.  Las últimas semanas de campaña serán definitivas en la búsqueda del voto útil cuyo blanco son los llamados indecisos o volátiles (entre 15 y 20%). La audiencia del debate revela que la consistencia (completamente seguros de votar) de las preferencias hacia Peña Nieto y AMLO alcanza cerca del 85% para cada uno, sin embargo 1 de cada 2 de las preferencias hacia Vázquez Mota aún pueden cambiar. ¿Hacia donde se inclinarán volátiles e indecisos?


martes, junio 12, 2012

Una reflexión sobre encuestas rumbo al 1 de julio


Encuestas y final de campaña
Paul Valdés Cervantes

Con sus fortalezas y limitaciones, las encuestas juegan un papel relevante en las campañas porque brindan información al votante, y ayudan a formar opinión pública. En México, desde 1994 hemos consumido centenares de encuestas. Medios, encuestas y redes sociales se presentan como variables emergentes del juego electoral.

En la corta historia de encuestas y medios, la gran mayoría ha acertado en sus estimaciones por lo que razonablemente mantienen credibilidad y confianza, sin embargo no están exentas de presentar inconsistencias por defectos de diseño y aplicación comúnmente conocidos como errores muestrales y no muestrales.

La evidencia señala que existen limitaciones del método para medir la volatilidad de las preferencias en democracias no consolidadas y pluripartidistas. Es un hecho que las encuestas tienen mayor precisión en democracias estables y sistemas binarios como el norteamericano, en las que los niveles de ocultamiento del voto, o de indecisos es menor. El fallecido Warren Mitofsty solía decir que sus encuestas de salida nunca fallaban en democracias consolidas y estables, pero el riesgo de fallar podía suceder en democracias emergentes.

En el artículo de Nexos de junio 2012, “¿quién es quién en las encuestas?”, Leo Zuckerman nos proporciona un conjunto de datos sobre las diferencias entre las estimaciones de 44 encuestas y el resultado electoral en las elecciones locales de 2010 y 2011. A la luz de los resultados oficiales, las encuestas reportaron inconsistencias evidentes respecto de las estimaciones proyectadas.

Algunas de las encuestadoras reportaron una sobreestimación de las preferencias a favor del PRI en Sinaloa, Durango, Hidalgo, Veracruz, y Puebla; y a favor de la candidata del PAN en Michoacán. Llama la atención que en todos los casos, esto se produjo en el contexto de una la presencia de alrededor de 20% de indecisos, quienes al final ayudaron a triunfar a la alianza PAN-PRD en Sinaloa y Puebla, y a ponerla a menos de 3 puntos porcentuales del PRI en Veracruz, Hidalgo y Durango. En el caso de Michoacán, las encuestas daban como favorita a “Cocoa Calderón” por más de 10 puntos, y como todos sabemos hoy gobierna Michoacán el priista Fausto Vallejo. En los citados casos, las proyecciones producidas por las encuestas se ubicaron por mucho fuera del margen de error de +/- 3.0% o menos.

Es posible que los menos acertados sean castigados por el mercado, y los más consistentes persistan en el tiempo. Los errores en las predicciones de las encuestas en los procesos electorales de 2010 y 2011 merecen una revisión autocrítica de encuestadores, medios, públicos y sociedad en general considerando la creciente importancia que tienen los resultados de las encuestas como opinión publicada.

Las encuestas si influyen en la opinión pública, pueden ayudar a incentivar el voto útil o apoyar la teoría del carro ganador, por lo que su transparencia es relevante para todos. En el proceso de Gobernador del Estado de México 2011, realizamos encuestas de salida y encuesta posvoto días después de la jornada electoral para conocer el perfil y razones del voto (www.parametro.com.mx). De acuerdo a esta encuesta, 32.3% de los mexiquenses manifestaron que tuvieron conocimiento de encuestas publicadas durante la campaña. Más de la mitad de los que tuvieron conocimiento de las encuestas (54.4%) manifestó que esta información la consideró útil para decidir de por quien votar. 

En la actual campaña presidencial hemos tenido muchas más información y encuestas que en anteriores elecciones presidenciales. A la fecha, todas las mediciones reportadas en las últimas semanas coinciden en el orden de las preferencias: Peña Nieto, López Obrador, Vázquez Mota y Quadri respectivamente, pero no necesariamente en la distancia entre los competidores.

Para la mayoría de las encuestas la diferencia es en promedio de 15 puntos. Sin embargo, la encuesta del periódico Reforma publicada a fines de mayo  reportó una diferencia de 4 puntos, y recientemente Berumen y Asociados publico un ejercicio de empate técnico entre EPN y AMLO, lo cual abre un fuerte debate hacia el final de la campaña. ¿Pueden encuestas con metodología y fechas de campo similares arrojar resultados diferentes?.

La teoría señala que esto no puede suceder. Los responsables de las encuestas, incluido Reforma y Berumen, son encuestadores  prestigiados, avalados por miles de ejercicios. A los ojos de los medios y público en general, las encuestas más precisas respecto del resultado de la elección serán premiadas por el propio mercado, y las más alejadas o discordantes perderán credibilidad. Es mucho lo que esta de por medio.

¿En que fallan las encuestas?. La respuesta más recurrente pero no satisfactoria es que se debe al ocultamiento del voto, incluso hemos recurrido a la teoría de la espiral del silencio de Noelle Neumann para explicar porque que la población encuestada no expresó auténticamente su opinión. Una forma de reducir la  incertidumbre frente a esta problemática, es asegurarse de la aplicación irrestricta de la metodología, complementar la investigación con técnicas cualitativas como grupos de enfoque y etnográficos que permitan evaluar la trazabilidad del comportamiento electoral.
Las encuestas realizadas lo más cerca de la fecha de la elección son más precisas, por ello será interesante observar los resultados publicados en estos días. Al final de la campaña, ¿Estamos en un entorno  en el que las encuestas no están siendo lo suficientemente capaces de medir adecuadamente a los volátiles e indecisos?.