jueves, diciembre 13, 2012

6 de cada 10 creen que debe de cambiar la estrategia contra la inseguridad pública...


Nueva política contra la inseguridad pública
Paul Valdés Cervantes

Durante el gobierno de Felipe Calderón la inseguridad pública junto con la economía y el empleo, transcurrieron como los principales problemas percibidos por la sociedad.
Durante la mayor parte del sexenio, el tema que dominó la agenda pública, fue el mismo que los medios comentaban (agenda mediática), y que la clase política señalaba como principal preocupación de los mexicanos (agenda política).
Este cruce de agendas contribuyó a otorgarle al tema una alta visibilidad. Sin embargo el enfoque de una “guerra frontal contra la delincuencia y el narcotráfico” fue percibido con connotaciones negativas, y este conjunto de acciones fueron encuadradas (framing) para una parte importante de la opinión como "la guerra de Calderón, la guerra de los 50 mil o 60 mil muertos". 
Cabe resaltar, que uno de los trece primeros compromisos anunciados por el actual gobierno federal es  impulsar un programa nacional a favor de la prevención del delito. Es posible que este encuadre contribuya a mejorar la percepción de las políticas contra la inseguridad pública, y dejar atrás la percepción de combatir la delincuencia con más armas, y más recursos, como una guerra.  Por ello, lo que se espera es un enfoque de combate a la inseguridad basado en la educación, y prevención.  
El gobierno de Calderón será recordado por una política frontal contra la delincuencia y el narcotráfico, pero con resultados negativos en la opinión pública.  Por ello resulta relevante conocer cuales son las expectativas de la opinión pública respecto del nuevo gobierno federal en el tema que ha dominado las agendas de los últimos años.
Es claro que la opinión pública reprobó al gobierno del Presidente Calderón en relación a los resultados de las políticas públicas contra la inseguridad y el narcotráfico. De acuerdo a la serie de encuestas telefónicas nacionales 2007-2012 (www.parametro.com.mx), en promedio 7 de cada 10 mexicanos creían que el narcotráfico y la inseguridad le habían ganado la batalla a las autoridades mexicanas.
En relación a las  expectativas sobre las políticas de inseguridad y narcotráfico, para el 40.9% de los encuestados, Peña Nieto debe combatir frontalmente al narcotráfico, y el 59.1% considera que el Presidente debe cambiar la estrategia. Si bien una mayoría considera que se debe cambiar la estrategia, hay una parte importante (40.9%) que considera que se debe de continuar con un enfoque de combate frontal, o en otras palabras no ceder en su combate.
El anuncio de un programa nacional de prevención del delito resulta consistente con un viraje en el enfoque del combate a la inseguridad, y es posible que si se comunica correctamente, contribuya a disminuir la percepción de la inseguridad como principal problema del país. Sin embargo, más allá de la prevención del delito, hace falta consolidar un sistema de seguridad pública y procuración de justicia que ataque integralmente el problema.

El cambio de gobierno no garantiza que las tasas de delitos bajen por decreto. El pasa por el cambio de percepción de las políticas contra la inseguridad, y de ampliar el programa a la disuasión, castigo (procuración de justicia), y la inteligencia policial (profesionalización).

jueves, diciembre 06, 2012

¿El pacto por México se puede considerar fundacional de un nuevo régimen político?


Pacto por México y el regreso del PRI
Mtro. Paul Valdés
El nuevo gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto tiene el reto de sentar las bases de una etapa de crecimiento y desarrollo para el país de las próximas generaciones. 40.8% de los mexicanos con teléfono en su hogar (www.parametro.com.mx) creen que el principal problema al que se enfrenta el nuevo gobierno federal es la inseguridad, 13.2% el narcotráfico, 12.2% la corrupción. 7 de cada 10 creen que con el regreso del PRI a los pinos habrá una mejoría en la seguridad pública y la economía del país.
Las 13 acciones enunciadas en el cambio de mando del pasado 1 de diciembre se suman a los acuerdos  del Pacto por México que es un compromiso firmado entre el Presidente y los partidos políticos nacionales para impulsar los acuerdos que el país necesita para lograr las reformas fiscal, educativa, económica y política que pueden ayudar a que México avance.
Se trata de 5 acuerdos fundamentales: para lograr una sociedad de derechos y libertades, para lograr el crecimiento económico, el empleo y la competitividad, para la Seguridad y la Justicia, para la Transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, y para lograr la gobernabilidad democrática. En palabras de el diario español el País, se trata del pacto de la Moncloa de los mexicanos, una  especie de pacto fundacional de un nuevo régimen político para el país. Es quizás demasiado aventurado calificarlo así, sin embargo vale la pena resaltar comentar algunos de los acuerdos.
Entre estos, resalta la necesidad de impulsar una reforma constitucional para otorgarle al Presidente la facultad constitucional de optar entre gobernar con minoría política o gobernar a través de una coalición legislativa y de gobierno. De tal forma que el Presidente y su partido construirán un acuerdo con una o varias de las fuerzas opositoras en el Congreso para conformar una mayoría estable. Esta es quizás una de las propuestas más interesantes considerando que a partir de 1997 a la fecha hemos experimentado gobiernos divididos (el Presidente no cuenta con la mayoría en el congreso para aprobar sus reformas).
Es posible que los gobiernos presidenciales de Zedillo, Fox y Calderón no fueron lo suficientemente capaces de lograr los acuerdos con la oposición en turno, o bien que las reglas de juego que han prevalecido durante los últimos 15 años han incentivado a los actores a no aprobar las reformas. 
En la encuesta telefónica nacional sobre las expectativas del nuevo gobierno, la opinión pública nacional apruebe la firma del Pacto por México. Lo que cabe destacar es una opinión pública que esta incentivando a los partidos a cooperar y eventualmente puede premiarlos si cumplen con los acuerdos.
9 de cada 10 mexicanos con teléfono en su hogar (89%), están totalmente de acuerdo, y de acuerdo en que el Presidente y los partidos políticos firmen el Pacto por México para comprometerlos a lograr reformas en el Congreso.
Tras 12 años de gobiernos panista en la presidencia de la república, el PRI regresa a los pinos acompañado de una luna de miel con la opinión pública y una agenda política que busca sentar los cimientos para el crecimiento y el desarrollo. 

¿Cuanto durará el enamoramiento o luna de miel?



Nuevo ciclo sexenal
Mtro. Paul Valdés

El sexenio de Enrique Peña Nieto como Presidente de la República, inicia con la tradicional luna de miel con una parte importante de la opinión pública. La campaña y el triunfo electoral del 1 de julio ayudó a construir una base de apoyo social dura que lo acompañara durante todo el periodo, y sin embargo hay otra parte de la sociedad que está a la expectativa de resultados desde los primeros días de gobierno.

Y es que típicamente la luna de miel dura relativamente poco, quizás tres, cuatro meses o el primer semestre. Después, se viene una etapa más crítica donde la evaluación del desempeño y la aprobación presidencial registra tendencias a la baja que pueden recuperarse en función de los acciones de gobierno, del crecimiento de la economía, y de un particular estilo de gobernar y comunicar del nuevo Presidente.

El manejo de la economía será lo más parecido entre los últimos  sexenios. La base es una rigurosa disciplina de política económica que siguió Zedillo, Fox y Calderón con resultados similares: saldos positivos en la macroeconomía, control inflacionario y estabilidad financiera. El Fondo Monetario Internacional (FMI) felicitó a las autoridades mexicanas por su hábil gestión macroeconómica y reiteró su pronóstico de un crecimiento del 3.5% en 2013 al culminar la revisión anual a la economía del país. Sin embargo, en el plano de la microeconomía, en el bolsillo de un mexicano promedio todavía está pendiente la recuperación del poder adquisitivo del salario, y del empleo en general.

La diferenciación y creación de valor entre Calderón y Peña Nieto están en la política, en la forma de alcanzar acuerdos de largo alcance con los partidos. Aquí se encuentran las mayores ventanas de oportunidad. El regreso del PRI conlleva una serie de expectativas sobre el mejoramiento de la economía, el empleo, y principalmente del entorno de seguridad pública.

Durante la campaña, evaluamos el significado del triunfo del PRI en 2012 a partir de la percepción de los mexicanos con teléfono en casa (www.parametro.com.mx). En la encuesta de junio del 2012, el 56.4% creía que un eventual triunfo del PRI en la presidencia representaría una mejoría en la seguridad pública y la economía del país por encima de quienes creían que significaría una regresión al autoritarismo y la democracia (43.6%).

Es por ello que el mandato de la opinión pública esta dirigido a que el nuevo gobierno responda con acciones contundentes. Dentro de estos cambios llama la atención la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública Federal creada por Vicente Fox y vigente en los 12 años de gobierno panista. Las funciones de seguridad pública regresarán a una fortalecida Secretaría de Gobernación con el propósito de reducir la inseguridad en el país.

Otro de los cambios es la creación de una fiscalía anticorrupción en sustitución de la secretaria de la contraloría, o función pública; con la atenuante de que el ejecutivo continuará auto evaluándose.

Lo interesante será ver como transita la luna de miel de inicio de sexenio a una etapa más crítica de la evaluación del desempeño y la aprobación presidencial.