Saldos de Ayotzinapa… del cielo a la tierra
La capacidad de respuesta institucional está a prueba. El impacto social del caso Ayotzinapa ha traído consigo la urgente búsqueda de una reforma al estado de derecho, sin la cual ninguna otra cobra sentido.
Uno de los logros del Presidente Peña ha sido la capacidad de consensar con los partidos políticos las reformas energética, educativa, fiscal y de telecomunicaciones (Pacto por México). Después de un periodo de 18 años donde no se alcanzaron acuerdos importantes entre el congreso y el Ejecutivo, las reformas ayudaron a posicionar a un país dispuesto a aprovechar oportunidad y el momento mexicano para relanzarse.
No obstante, en pocas semanas, la percepción del país pasó del cielo a la realidad de 43 normalistas desaparecidos con ayuda del Alcalde de Iguala Guerrero. El impacto social del caso Ayotzinapa ha traído consigo la urgente búsqueda de una reforma al estado de derecho, sin la cual todas las anteriores reformas no cobran sentido.
De acuerdo a la más reciente medición de la serie de encuestas telefónicas nacionales de www.parametro.com.mx la polarización de la opinión pública continua creciendo en un contexto donde la economía no ha dado los resultados esperados. Banco de México redujo nuevamente la estimación de crecimiento para este año: de 3.7% a 2.2%. En tanto la percepción de la seguridad como principal problema público alcanzo 51.3%, máximo histórico en esta serie.
En este contexto de polarización, ¿cuales son los saldos del caso Ayotzinapa?. En primer lugar, se trata de una noticia con alto impacto, prácticamente la totalidad (99%) se enteró de este suceso. 44.5% cree que el principal responsable de la desaparición es el gobierno municipal de Iguala, 33.5% el gobierno federal, y 22% el gobierno estatal de Guerrero. No obstante, 2 de cada 3 (66.7%) considera que el gobierno federal ha hecho mal su trabajo para encontrar a los 43 estudiantes.
De acuerdo con la citada serie de datos, el nivel de acuerdo presidencial registra una tendencia progresiva a la baja del inicio del sexenio a la fecha. El nivel de acuerdo presidencial es uno de los indicadores más relevantes de opinión pública, refleja una base de apoyo y legitimidad de las acciones de gobierno.
El Presidente Peña Nieto inició su mandato en enero de 2013 con 59.4% de acuerdo presidencial, 55.7% en abril, 43.8% en septiembre de ese mismo año, 40.5% en agosto, y 34.8% en la más reciente medición de noviembre 2014, registrando su punto histórico más bajo (34.8%) de toda la serie.
Otro de los indicadores que registran cambios importantes es el de la identidad partidista. La nota es la caída de 10 puntos en identidad partidista a favor del PRI al pasar de 38% en agosto a 28% en noviembre de este año. No es poca cosa, pues desde el 2008 registro una tendencia estable y ascendente, tendencia que se rompe en la más reciente medición. Otro de los damnificados del caso es el PRD, quien igualmente registra una caída, al pasar de 11.6% a 6.1% en el mismo periodo. En tanto que PAN y los sin partido registran tendencias a la alza.
La capacidad de respuesta institucional está a prueba. Garantizar el cumplimiento de la ley es urgente para darle viabilidad a la economía, seguridad, y libertades públicas de los mexicanos.
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