Opinión Pública y PRI rumbo al 2012:
Mtro. Paul Valdés Cervantes
El voto del cambio del año 2000 produjo hasta
ese momento una inédita derrota al partido hegemónico y luego dominante de la
política en el siglo XX. A partir de ese momento, diversas voces se preguntaban
cuando regresaría el PRI a la Presidencia de México. La experiencia de otras
transiciones presagiaban que no sería inmediatamente, pero nada puede detener el
gen consustancial a un partido político de regresar al poder.
En la pasada elección presidencial de 2006, el
PRI obtuvo el tercer lugar de la
contienda con el 19% de los votos, históricamente el porcentaje más bajo para
este partido. Sin embargo hoy, a menos de un año de celebrarse la contienda
presidencial el ambiente de opinión les resulta favorable. La ansiedad de que
llegue la competencia produce que más de uno se frote las manos esperando el momento
de regresar a los Pinos, y con
razón porque si hoy fuera la elección el PRI ganaría, y lo haría de
forma clara y contundente.
Algunos de los indicadores de opinión pública de
la serie de encuestas telefónicas nacionales 2007-2010 de Parámetro
Investigación (www.parametro.com.mx) nos dibujan una
tendencia positiva para el PRI en el nivel de identificación partidista, y la
preferencia electoral por partido y candidato.
El partidismo no siempre se traslada como
preferencia electoral pero es una variable antecedente de este. De acuerdo a
última medición de agosto, el nivel de identificación partidista hacia el PRI
alcanzaría 29.2%, para el PAN 21.1%, y el PRD 7.1%.
En las preferencias de partido con candidato:
Enrique Peña por el PRI alcanzaría 53.9%, seguido lejanamente por López Obrador
por PT- Convergencia con 15.5%, Santiago Creel por el PAN con 9.9%, y Marcelo
Ebrard por el PRD con 8%. Bajo este escenario, una izquierda dividida
fragmentaria el voto, y en consecuencia restaría competitividad a la elección
presidencial.
Una de las principales batallas por la opinión
pública en el último tercio de este sexenio se ha centrado en el significado de
un eventual triunfo del PRI en 2012. Al respecto realizamos una pregunta con
los siguientes resultados: 62.7% creen que un eventual triunfo del PRI en 2012
traería un mejoramiento en economía y seguridad; y por otro lado 37.3% cree que
esto significaría un regreso a más corrupción y autoritarismo.
El voto priísta de hace 10 años conformado por
niveles bajos de escolaridad, ingresos y mayor edad está cambiando. En el seno
del congreso 2011 de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales se
presentaron los resultados comparativos de una encuesta representativa de la
comunidad de la UAM Xochimilco en 2005 y 2010, en la que se destacó el cambio
de preferencias de la comunidad estudiantil del perredismo al priísmo.
Si el viento tuviera colores, en este momento
pintaría tricolor, no obstante la derrota de López Obrador en 2006, quien meses
antes de la contienda llegó a tener más de 20 puntos de ventaja nos recuerda la
naturaleza de la opinión pública: dinámica, volátil y a veces veleidosa.
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