Razones del voto:
continuidad o cambio
Mtro. Paul Valdés
Cervantes
Una de las preguntas
elementales del comportamiento ciudadano en una democracia tiene relación con
las razones del voto, ¿porqué vota la gente, y porqué lo hace en una particular
dirección?.
Variables de tipo
racional y emocional se combinan en la ruta del voto. Anthony Downs, representante del
racionalismo político, señala que los ciudadanos votan maximizando su relación
costo-beneficio; es decir sufragan considerando las variaciones que cause en su
utilidad o ganancia las acciones del partido gobernante, y por supuesto toman
en cuenta las alternativas ofrecidas por la oposición.
La evaluación de los
resultados del actual partido gobernante a nivel federal pueden ser polémicos,
habrá quienes estén a favor o en contra de temas como el combate a la seguridad
pública. A la luz de diversas encuestas sean estas en vivienda o telefónicas; la
percepción ciudadana evalúa los resultados del sexenio de manera negativa.
En la encuesta
telefónica nacional del pasado mes de febrero (parámetro.com.mx), preguntamos
acerca del ambiente de opinión sobre si debe de haber cambio o continuidad del
partido en el gobierno a nivel nacional.
68.5% de la
población con teléfono en su hogar cree que el partido que gobierna actualmente
debe de cambiar, y el restante 31.5% cree que debe continuar. Otro dato a
destacar es que a lo largo de la serie de encuestas telefónicas nacionales 2007-2012;
en promedio 7 de cada 10 están insatisfechos con la situación actual del país. Vientos
de cambio e insatisfacción general dominan a la opinión pública nacional.
En buena medida, las ofertas de los candidatos a la Presidencia de la
República estarán orientadas al cambio; ya sea el del cambio moderado de
Josefina Vázquez Mota que venció al mensaje corderista de continuidad en la elección
interna panista; el autonombrado “verdadero cambio” de López Obrador, o el del
nuevo PRI de Enrique Peña Nieto. Lo interesante será ver quién puede comunicar
de mejor manera el mensaje y persuadir a millones de mexicanos que desean
cambio político.
Diversos acontecimientos entre diciembre y febrero han producido una
tendencia a la baja de Enrique Peña Nieto, a la alza de Josefina Vázquez Mota,
y el rezago de Andrés Manuel López Obrador al tercer lugar en medio del periodo
de intercampañas o veda electoral; sin embargo es un hecho que la campaña
todavía no inicia.
La evaluación del partido gobernante es solo una parte de la ecuación; en
la otra etapa interviene la evaluación de partidos y candidatos; y por supuesto
la evaluación que harán los ciudadanos del tipo de campañas por aire y por
tierra. Entre el 29 de marzo y el 27 de
junio, seremos objeto de millones de impactos publicitarios pautados por el IFE. ¿Las preferencias
electorales serán influenciadas por las campañas? ¿Considerando el actual
escenario, seremos testigos nuevamente de campañas de polarización del estilo
de un peligro para México en 2006…?
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