Encuestas: lecturas
del 1 de julio
Mtro. Paul
Valdés
La elección a Presidente de la República en la
que resulto ganador Peña Nieto era el escenario más probable, y nos deja varias
lecturas para el futuro. Durante 90 días de campaña la elección fue cantada por
medios y encuestadores como una elección abierta de dos dígitos de diferencia entre
el primero y segundo lugar (en la última semana promedió 15 puntos según
diversas fuentes). La realidad es que la diferencia según el PREP fue de 6.5
puntos.
Encuestas y
redes sociales se convirtieron en variables emergentes y arenas de la elección
presidencial. Por un lado, las encuestas cumplieron con un rol de informadoras
y eventualmente formadoras de opinión pública, y por otro lado, las redes
sociales fueron el canal de comunicación de una opinión pública activa y
desafiante de los medios tradicionales. La idea de un Peña Nieto imbatible fue
cuestionada a partir del surgimiento del movimiento #yosoy 132 que generó una
corriente de opinión anti PRI.
Las encuestas no
están exentas de errores, pero en todo caso el más grande fue la manera de
presentar los resultados. Por método, las encuestas electorales se reportan por
preferencias brutas, de tal manera que se pueda distinguir claramente cual es
el porcentaje de indiferentes, e indecisos. En el mejor de los casos, se
presentaron en letras pequeñas y en interiores. Recordemos que las ocho
columnas y los teasers son los que generan opinión pública.
La mayoría publicó
preferencias efectivas, descontando la proporción de indefinidos o indecisos
(15-20%) en la pregunta electoral o en todo caso repartiéndolos
proporcionalmente entre las opciones existentes con lo que sobre representaron
al candidato puntero. Esto es incorrecto, y puede derivar en errores de
precisión.
¿Por qué medios
y columnistas presentaron de manera consistente preferencias efectivas en lugar
de preferencias brutas?. ¿Disculparse es suficiente para asumir la
responsabilidad y las consecuencias de presentar una elección abierta cuando en
realidad no lo fue?. No lo creo, el mercado y la auto regulación de la
industria deberán depurar al gremio.
Los llamados
king makers o formadores de opinión tienen una responsabilidad clave en el
proceso de formación de la opinión pública. La falta de responsabilidad de los “king
makers” en el manejo de información de
encuestas es un indicador del tipo de democracia que tenemos.
¿Cuáles son los
efectos de presentar una elección abierta o cerrada? Las encuestas no votan, pero
si generan efectos diversos. Depende del contexto y el ancla ideológica o
temática de las campañas. Si el votante percibe una elección abierta es
probable que el escenario del voto útil (voto por la opción que puede desafiar
al puntero) sea menos probable. También es posible que desincentive a votar a
simpatizantes del puntero al considerar que su voto no es necesario para ganar.
La teoría de la
espiral del silencio nos dice que en ambientes de opinión dominantes o
hegemónicos, las minorías no expresan auténticamente su opinión por miedo a la exclusión
o al aislamiento. ¿Qué hubiera pasado si consistentemente durante toda la
campaña se reportaban preferencias brutas con 20% de indecisos?.
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