Nuevo ciclo
sexenal
Mtro. Paul
Valdés
El sexenio de Enrique
Peña Nieto como Presidente de la República, inicia con la tradicional luna de
miel con una parte importante de la opinión pública. La campaña y el triunfo
electoral del 1 de julio ayudó a construir una base de apoyo social dura que lo
acompañara durante todo el periodo, y sin embargo hay otra parte de la sociedad
que está a la expectativa de resultados desde los primeros días de gobierno.
Y es que típicamente
la luna de miel dura relativamente poco, quizás tres, cuatro meses o el primer
semestre. Después, se viene una etapa más crítica donde la evaluación del
desempeño y la aprobación presidencial registra tendencias a la baja que pueden
recuperarse en función de los acciones de gobierno, del crecimiento de la
economía, y de un particular estilo de gobernar y comunicar del nuevo
Presidente.
El manejo de
la economía será lo más parecido entre los últimos sexenios. La base es una rigurosa disciplina de
política económica que siguió Zedillo, Fox y Calderón con resultados similares:
saldos positivos en la macroeconomía, control inflacionario y estabilidad
financiera. El Fondo Monetario Internacional (FMI) felicitó a las autoridades mexicanas
por su hábil gestión macroeconómica y reiteró su pronóstico de un crecimiento
del 3.5% en 2013 al culminar la revisión anual a la economía del país. Sin
embargo, en el plano de la microeconomía, en el bolsillo de un mexicano promedio todavía está pendiente la recuperación
del poder adquisitivo del salario, y del empleo en general.
La diferenciación y creación de valor entre Calderón y
Peña Nieto están en la política, en la forma de alcanzar acuerdos de largo
alcance con los partidos. Aquí se encuentran las mayores ventanas de
oportunidad. El regreso del PRI conlleva una serie de expectativas sobre el
mejoramiento de la economía, el empleo, y principalmente del entorno de
seguridad pública.
Durante la campaña, evaluamos el significado del triunfo
del PRI en 2012 a partir de la percepción de los mexicanos con teléfono en casa
(www.parametro.com.mx). En la encuesta de junio del 2012, el 56.4% creía que
un eventual triunfo del PRI en la presidencia representaría una mejoría en la
seguridad pública y la economía del país por encima de quienes creían que significaría
una regresión al autoritarismo y la democracia (43.6%).
Es por ello
que el mandato de la opinión pública esta dirigido a que el nuevo gobierno
responda con acciones contundentes. Dentro de estos cambios llama la atención la
desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública Federal creada por Vicente
Fox y vigente en los 12 años de gobierno panista. Las funciones de seguridad
pública regresarán a una fortalecida Secretaría de Gobernación con el propósito
de reducir la inseguridad en el país.
Otro de los
cambios es la creación de una fiscalía anticorrupción en sustitución de la
secretaria de la contraloría, o función pública; con la atenuante de que el
ejecutivo continuará auto evaluándose.
Lo interesante
será ver como transita la luna de miel de inicio de sexenio a una etapa más
crítica de la evaluación del desempeño y la aprobación presidencial.
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