Del milagro al
fracaso español
Mtro. Paul Valdés
Cervantes
Mucho se ha hablado
de la crisis en Europa, y del impacto marginal que puede tener en México. Sin
embargo, por vínculos históricos, y por la gravedad llama la atención la situación
de España, reconocida desde América por transitar exitosamente del
autoritarismo a la democracia, y por realizar una transformación económica sin
precedentes durante las últimas décadas del siglo pasado.
En el contexto del llamado
milagro mexicano, nuestro país registró tasas de PIB
percápita similares a los de España o Corea del Sur. No obstante, durante tres
décadas se registraron crisis económicas y políticas recurrentes que
contribuyeron a retroceder en diversos indicadores respecto a esos países.
Estos a su vez realizaron reformas atinadas a su sistema económico y político.
En otras palabras hicieron bien la tarea, y en México seguramente algo hicimos
mal.
España alcanzó una
democracia consolidada, y de la mano de la integración europea logró una
transformación caracterizada por el impulso al turismo, la educación, los
servicios, y la economía lo que contribuyó a configurar lo que se llamo el
milagro español.
Sin embargo, de la
mano de la crisis global de la década pasada, y recientemente de la crisis europea,
la economía española al igual que otros países como Portugal y Grecia, vive una
de las fases más duras de la crisis caracterizadas por recortes sociales y
austeridad fiscal. Se han registrado signos de recesión económica al
registrarse dos trimestres seguidos de contracción como ocurrió en noviembre
pasado, y la perspectiva no mejora. El año nuevo es recibido con una pérdida
del poder adquisitivo de los españoles.
Algunos datos para
comprender la gravedad del problema tienen que ver con el desempleo que afecta
a uno de cada 4 españoles en edad de trabajar, que suman más de seis millones. El tema es que de
acuerdo a las perspectivas de la OCDE, es posible que durante 2013 se agrave y
alcance el 27%.
El desempleo es aún
más grave entre los jóvenes. Más de la mitad de los españoles menores de 25
años están desempleados (parados o quizás ninis). Esta es quizás la lección más
importante para un país como México con una población mayoritariamente joven
(por primera vez existen más personas en edad de trabajar que dependientes como
ancianos y niños). La falta de empleo y oportunidades para los jóvenes es
sinónimo de retroceso, y causa de movilizaciones sociales como los parados de
la plaza del sol, y el movimiento Occupy Wall Street.
Cuando la economía
va mal, es muy probable que la política vaya mal; y lo que han recogido las
encuestas en España es una creciente desafección o desconfianza hacia la
política, y especialmente el cuestionamiento a una clase política que no ha
sido lo suficientemente capaz de resolver la situación económica y social española.
Calificar la actual situación como un fracaso puede parecer exagerado porque
España saldrá avante, sin embargo las encuestas del Centro de Investigaciones
Sociológicas (CIS), revelan desconfianza hacia las políticas implementadas, y pérdida
de confianza hacia la democracia y el sistema económico en su conjunto.
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