miércoles, marzo 04, 2015

Efectos de las encuestas en opinión pública y ética profesional

http://www.parametro.com.mx/2014/12/etica-profesional-y-autorregulacion-para-publicar-encuestas/

Efectos de las encuestas en opinión pública y ética profesional 
Mtro. Paul Valdés Cervantes
Socio-Director Parámetro Investigación
Presentación
Las encuestas cumplen un rol como proveedoras de insumos de información para el mercado y de asuntos públicos para la sociedad. Entre estos roles se encuentra el de ayudar a formar opinión pública, y en contextos electorales, pueden proveer a ciudadanos y posibles votantes de información relevante para tomar decisiones.
Los resultados de encuestas generan por sí mismos datos cuantitativos útiles para la sociedad, pero también efectos en el ambiente social. En México, históricamente las encuestas publicadas han estimado razonablemente bien los resultados del comportamiento electoral, sin embargo por su trascendencia no están exentas de cuestionamientos.
Considerando lo anterior, y que existen cada vez más restricciones para publicar encuestas en periodos previos a la jornada electoral, resulta sumamente importante difundir con mayor intensidad entre el público, clientes, medios y periodistas los códigos de ética y las guías para publicar encuestas de los encuestadores profesionales agrupados en AMAI, y a nivel global en ESOMAR/WAPOR.
El tema es que para garantizar el valor de la libertad para publicar encuestas es preciso partir de los principios de la ética profesional y la autorregulación so pena de ver limitados los derechos de difundir encuestas y de informarse para la sociedad.
Outputs y outcomes de las encuestas
En la sociedad de la información las encuestas desempeñan un papel clave porque ofrecen información relevante a ciudadanos y votantes. Representan una medida de las actitudes, opiniones y valores de las preferencias individuales y pueden estimar razonablemente el comportamiento del mercado, la opinión pública y la competencia electoral. Los encuestadores profesionales abarcan diversos campos que involucran datos de opinión pública en la academia, política, negocios, gobierno, sector social y un amplio rango de usos que contribuyen al bienestar público.
Los outputs son definidos como la cantidad de algo que es producido por la acción de una persona o proceso. Desde este punto de vista, los resultados de las encuestas provienen de la aplicación de un proceso metodológico científico basado en una serie de etapas secuenciales que nos permitirán obtener conclusiones científicas, objetivas, y medibles. Los resultados de las encuestas son valorados en la medida que responden a las necesidades de información de la sociedad. Los encuestadores profesionales agrupados en asociaciones como AMAI, tienen la responsabilidad de cumplir con el código de ética profesional y desarrollar su trabajo con un estándar de calidad.
Los outcomes son definidos como el resultado o efecto de una actividad o proceso. Más allá de los resultados per se, las encuestas publicadas generan una serie de incidencias o externalidades en el ambiente social y político. Entre los efectos (outcomes) de las encuestas publicadas están el efecto del carro ganador, la espiral del silencio.
Otro de los efectos es el denominado responsiveness o correspondencia, que se traduce en la alineación de las políticas implementadas por los gobiernos con las necesidades de la opinión pública. Países democráticos con alto nivel de desarrollo experimentan en mayor medida políticas orientadas por las demandas de la opinión pública.
Los resultados de las encuestas pueden contribuir a formar personas mejor informadas del desempeño de sus autoridades, de la imagen de partidos, candidatos, de la agenda pública en general, y en consecuencia ciudadanos más críticos. Una de las premisas de la democracia, es que personas mejor informadas pueden tomar mejores decisiones y en consecuencia, ser mejores ciudadanos.
Tras la tercera ola de democratización en el mundo de Samuel P. Huntigton[1], se ha evidenciado una erosión de la credibilidad en la democracia (Pippa Norris)[2]. Este ascenso se ha dado a partir de ciudadanos críticos que tienen altas expectativas sobre la democracia, están más expuestos a noticias negativas sobre los gobiernos, y tienen mayor nivel de información sobre el desempeño de los gobiernos (Pippa Norris). La emergencia de las redes sociales puede incrementar el flujo de información y eventualmente la difusión de información crítica.
Uno de los retos de la industria de las encuestas en el futuro cercano es que sus resultados sean cada vez más valorados y útiles por los tomadores de decisiones.
La Asociación Americana de Investigación de la Opinión Pública (AAPOR) fue fundada en 1947, pionera junto a ESOMAR y WAPOR en la agrupación de encuestadores. En diciembre de 2013 constituyó el grupo de trabajo “visión estratégica, AAPOR 2025” (www.aapor.org). Uno de sus propósitos es promover la educación de la opinión pública, medios y tomadores de decisiones sobre la importancia de la calidad de las encuestas, así como de impulsar un rol más significativo y visible de los resultados de estas en la democracia. El documento señala que los vertiginosos y continuos cambios en el ámbito tecnológico, el crecimiento de la movilidad y la comunicación de las personas, así como de metodologías vislumbran un nuevo contexto en el que los investigadores de opinión pública y mercado se desarrollan.
Asimismo confirma el carácter polisémico de la opinión pública, y derivado del cambio tecnológico advierte una continua reconceptualización de: formación de la opinión pública, expresión, teorías y métodos para estudiarla. En este sentido se reconoce la necesidad de que la organización encabece la evaluación de diseños alternativos  y metodologías para generar nuevos hallazgos y alcanzar conclusiones con validez científica.
En una democracia en proceso de consolidación como la mexicana, las encuestas electorales juegan un rol activo considerando que representan insumos de información para la ciudadanía acerca de los asuntos públicos.
Cabe señalar que el número de encuestas publicadas ha crecido progresivamente en cada proceso electoral mexicano, así como las  restricciones para publicar en periodos previos a la jornada electoral. De manera general, las estimaciones de los encuestadores han sido razonablemente acertadas, sin embargo en casos particulares no han estado exentas de cuestionamientos de credibilidad. Por lo tanto, los encuestadores profesionales deben de garantizar transparencia y responsabilidad para publicar encuestas.
El código de ética de AMAI establece una responsabilidad con la comunidad científica, clientes, y el público en general. Esta se refiere al uso de muestras, métodos y a la transparencia para reportarlos cuando son publicados. La AMAI ha establecido alianzas estratégicas con las principales asociaciones de investigadores de encuestas a nivel global como la Asociación Europea de Investigación de Mercado y Opinión (ESOMAR), y la Asociación Mundial de Investigación de la Opinión Pública (WAPOR).
Descripción: wapor67.pngDurante el pasado mes de septiembre, se realizó la conferencia anual conjunta de ESOMAR/WAPOR en Niza Francia, en la que se presento la más reciente actualización (agosto de 2007) de la guía para publicar encuestas. Para la industria de investigación de mercado y opinión es fundamental recordar los principios de libertad y responsabilidad en los que se basa. La guía orienta la actividad de los encuestadores profesionales en el mundo, destaca la necesidad de reforzar la educación sobre la publicación de las encuestas entre la comunidad de encuestadores, los medios y el público en general.
Asimismo advierte del papel clave de los medios y reconoce la necesidad de apoyar a los periodistas responsables de la publicación de encuestas de tal forma que los resultados sean adecuadamente reportados en cuanto a precisión, metodología y en algunos casos, limitaciones de cobertura o de tiempo. Por ello señala que ESOMAR/WAPOR deben tomar seriamente el compromiso de educar y ayudar a medios y periodistas en el uso correcto de las encuestas.
La actualización de la guía enfatiza la necesidad de distinguir las encuestas ejecutadas bajo una metodología científica y probabilística de aquellas que se realizan sin contar con marcos muestrales definidos o con limitaciones de cobertura como las encuestas en línea, encuestas dirigidas a audiencias específicas que se conforman por población que se siente atraída por un tema particular, o que persigue un interés creado alrededor del tema y por lo tanto, no constituye una muestra representativa.
Durante el desarrollo de procesos electorales no es raro encontrar resultados de encuestas telefónicas, en línea, o incluso de audiencias en redes sociales que son presentadas incorrectamente en los medios de comunicación como encuestas electorales. Esta situación es más común en la medida que se cerca del día de la elección, con los consecuentes efectos en el ambiente social. En la mayoría de los casos, las estimaciones no coinciden con el resultado electoral. Lo descrito va en detrimento de la credibilidad de las encuestas y de la industria de la investigación.
Por ello, es importante que clientes y público en general diferencien las actividades de investigación de otro tipo de actividades relacionadas con el telemarketing, publicidad, recaudación de fondos que puedan ser presentadas como investigación de opinión pública. En otras palabras, los encuestadores profesionales no hacen push polls (encuestas inducidas), campañas de promoción, ventas o de recaudación de fondos. La razón es que no están midiendo el comportamiento, su propósito es otro.
Los encuestadores profesionales deben de estar altamente comprometidos con acompañar el estudio de una ficha técnica, si no es posible por la limitación del espacio, vincularlo a la página web.
En relación con el modo de recolectar la información, el método apropiado para estimar preferencias electorales en México es la encuesta en vivienda cara a cara. En otras latitudes funciona la encuesta telefónica, sin embargo aquí es un modo limitado considerando la cobertura de líneas telefónicas residenciales. En ocasiones, las estimaciones de la encuesta telefónica son similares a las que reportan las encuestas en vivienda, y sin embargo podemos afirmar que esta coincidencia no es suficiente para considerarlo apropiado. En el caso de las encuestas en línea, el principal cuestionamiento es la imposibilidad para estimar resultados estadísticamente representativos, considerando que no se cuenta con un marco muestral de votantes en línea.
Las encuestas previas a las elecciones se encuentran siempre bajo escrutinio. PO ello es importante partir de un tamaño de muestra suficiente para realizar conclusiones sobre los votantes, quienes representan en algunas ocasiones menos de la mitad de los encuestados.
Asimismo se recomienda medir variables clave como disposición a votar y cuando sea posible, motivaciones o razones de las preferencias por los partidos y otros aspectos de campaña. Así como considerar aspectos metodológicos de muestreo, fraseo y orden de las preguntas. Las encuestas cercanas a la fecha de la elección son de quienes están dispuestos a votar, en tanto que las previas representan a población votante.
Las encuestas realizadas en tiempos de crisis deben ser sensibles al contexto en que los entrevistados pueden verse afectados para responder en un ambiente de libertad y confianza. En México, el contexto de inseguridad y violencia puede afectar las respuestas de los encuestados. Asimismo contextos donde el establishment (orden establecido) ejerce presión sobre las minorías, los encuestados pueden en ocasiones no revelar genuinamente su opinión ante la amenaza de ser evidenciados (espiral del silencio).
La crisis del 2012: El caso de mayor impacto fue el de la publicación de una encuesta diaria a nivel nacional. Este es uno de los eventos más cuestionados hacia la credibilidad de las encuestas como estimadores del comportamiento electoral. Se reportaban diariamente en las ocho columnas del periódico nacional y en los teasers del noticiero nocturno del mismo grupo de medios los resultados de las encuestas con preferencias efectivas descontando el porcentaje de indefinidos. La publicación estuvo acompañada por una editorialización (framing) que comunicaba una elección de baja competencia y consecuentemente abierta a favor del puntero.  La manera como se reportaron los resultados violó los principios para publicar encuestas electorales de los códigos de ética y las guías para publicar encuestas de WAPOR / ESOMAR que señalan que se deben reportar preferencias brutas, de tal manera que el público pueda distinguir la proporción de indefinidos o indecisos en una campaña electoral. En la tabla siguiente se aprecia cómo se distribuyen las preferencias brutas considerando indefinidos, y el reporte de preferencias efectivas que consideran una distribución proporcional de los indefinidos, lo que provoca una diferencia mayor a favor del puntero. Esperemos que quienes se encargan de editorializar y publicar los resultados de encuestas consideren este principio fundamental para publicar próximas encuestas.


Tabla 1.- Reporte de preferencias brutas y efectivas
Partido
% Bruto
% Efectivo
A
39
51
B
19
25
C
18
24
Indefinidos
23

Conclusiones
De acuerdo al estudio conjunto de ESOMAR/WAPOR titulado “La libertad para publicar encuestas en el mundo” en 2012, en el 46% de los países evaluados existen periodos de veda para publicar encuestas antes de la elección. El tema es evaluar frecuentemente junto con la autoridad electoral si las condiciones para publicar encuestas garantizan los derechos y libertades de encuestadores y publico en general.
En el mismo estudio se preguntó sobre el conocimiento entre el gremio de encuestadores de los códigos de ética y la guía para publicar encuestas electorales y de salida. 3 de cada 4 (75%) conocen los códigos de ética profesional, sin embargo la guía para publicar encuestas es menos conocida (62%), lo que revela la necesidad de intensificar la difusión de estos documentos entre la comunidad de encuestadores, y el público interesado.
En buena medida, los criterios para publicar encuestas electorales que dará a conocer el INE de cara al próximo proceso electoral de 2015 en la que se renovará la cámara de diputados federal, 9 gubernaturas, y 17 procesos locales deberán considerar los códigos de ética profesional y las guías para publicar encuestas de las principales asociaciones de encuestadores como AMAI, y las de organizaciones globales como WAPOR/ESOMAR.
La guía citada enfatiza la responsabilidad de los encuestadores para desempeñar su trabajo con profesionalismo y ética, y reportar la metodología con suficiente transparencia de tal forma que el público en general pueda evaluar la calidad de sus resultados.

Semblanza:
Mtro. Paul Valdés Cervantes. Socio-Director Parámetro Investigación
Estar a la vanguardia en diversos campos de interés es parte de mi naturaleza. Como parte de esta energía vital, he sido cofundador de diversas iniciativas empresariales y non profit. En 2001, contribuí a fundar Parámetro Investigación. Como parte de la alta dirección de la organización, contribuí a crear un modelo de soluciones en opinión pública y mercado certificado en un sistema de gestión de la calidad ISO 9001:2008.






[1] HUNTINGTON, Samuel P. La tercera ola. La democratización a finales del siglo XX, Paidós, Barcelona, 1994, 329 pp.
[2] Norris Pippa, Democratic Deficit. Critical citizens revisited. Cambridge University Press, 2011, 335 pp. 

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